lunes, 19 de noviembre de 2007

GEOMETRÍA CON MOVIMIENTO

“Yo soy blanco y negro
soy una estructura de luz y sombra”
Omar Rayo

por Cecilia Carchi

Cuando se le pregunta a Omar Rayo cuál es en síntesis la característica de una buena obra pictórica él no duda en responder que son tres las cualidades inherentes: una solución plástica, un planteamiento estético y un tinte de humor. Tres requisitos sin los cuales la obra es gratuita y no permanecerá a través del tiempo, sin ellos el trabajo del pintor únicamente servirá como elemento decorativo. Y definitivamente esta trilogía está presente en la obra constructivista del pintor colombiano Omar Rayo.

De origen italiano el intaglio es una palabra genérica para denominar a todo tipo de grabado que deja huella en el papel. Existen otras clases de grabados que no imprimen relieve como la litografía y la serigrafía. La obra de rayo es, como él mismo dice, más que un intaglio. Es un repujado para el cual requiere de un papel especialísimo, el arches, que importa de una fábrica francesa. Para Rayo el papel en sí es una obra de arte para exhibir.

Los años 60 y 70
Sus intaglios se expusieron por primera vez alrededor de los años 60 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, desde entonces hasta hoy ha recorrido un largo camino. En aquella época Rayo hacía obra plástica con numerosos objetos de uso cotidiano como ganchos de colgar ropa, clips y cordones. La inserción de estos detalles le interesaba mucho porque lo motivaba el deseo de darles otra dimensión, de rescatar a estos objetos del anonimato. Con su inclusión los convirtió en una metáfora visual de la cotidianeidad. Actualmente los ha abandono por completo.

En la década del 60 sus grabados eran totalmente disímiles de sus pinturas, parecía que artistas diferentes hubieran concebido las obras. Ahora enfrenta una especie de simbiosis entre ambos. Cada día sus pinturas se parecen más a sus grabados y viceversa. La diferencia estriba en que en su grabado el relieve es verdadero, mientras que en su pintura es únicamente una ilusión óptica.

En los años 70 crea la serie Origamis y Nudobilias (papeles doblados ilusoriamente en colores rojo, azul, amarillo y verde) y posteriormente Tubolarios y Cilindromes (con imágenes en blanco, rojo y negro). Este gusto por los pliegues de los origamis le viene desde su época de caricaturista en los periódicos y revistas de Bogotá (Colombia), una manera sólida de iniciar su carrera. Ello se acentúo con su viaje posterior al Japón y su inclinación por todo lo que tenga que ver con su universo: los samuráis, la filosofía Tao y la Hai Ku (poesía mínima).

Del origami toma los elementos necesarios para su obra plástica. Desde entonces empieza a usar pliegues con el fin de producir una superposición de niveles: entonces descubre un nuevo estilo. Esto lo aplica al intaglio y posteriormente a su pintura.

La geometría, una constante
Lo geométrico en su pintura es una constante, ¿cómo definiría Omar Rayo este elemento?“Para mí es una necesidad vital, un instrumento con el que trabajo. La geometría no es fácil, es uno de los medios más difíciles, por eso no hay muchos pintores geométricos. En cuanto uno empieza a ensayar con geometría se encuentra con la creencia de que es un mundo un poco limitado. La gente me decía por qué haces geometría, por qué no una cosa más suelta, libre y por lo tanto más vendible, amplia y sin límites”.

La plástica de Omar Rayo a pesar de insertar el elemento geométrico no es rígida, por el contrario se aprecia una libertad y una soltura en el movimiento. “Es una geometría sensible, que se puede gozar, por la cual el espectador no siente antipatía y a la que no puede acusar de fría. Utilizo la geometría como la naturaleza la crea en el ser humano. En el hombre todo es geometría. Todo tiene un peso y un balance adecuados”.

Aunque parezca raro Omar Rayo casi no se ha puesto a considerar sobre el aspecto geométrico de su obra. Afirma que su plástica es más bien intuitiva o natural. En varias oportunidades le han preguntado sobre ello –y no podía dejar de ser así, puesto que es la esencia de su obra- y confiesa que siempre se traba porque no tiene las herramientas para explicarlo. En cuanto al espacio para Rayo es lo que produce la geometría y también la causa de la tercera dimensión.

En una entrevista que Fernando Botero concedió cuando expuso su obra en Buenos Aires manifestó que a la pintura latinoamericana le faltaba volumen y que su plástica intentaba recuperar nuevamente esta característica. ¿La pintura de Rayo –salvando las distancias- también procura renovar este elemento?“Quizá él dice que le falta mucho volumen a la pintura Latinoamérica porque él utiliza el volumen. Siempre los pintores quieren que sus compañeros de gremio se parezcan a ellos. En el caso de la geometría yo no quiero que todos los pintores de América Latina sean geométricos, solamente porque a mí me gusta. A mí me gusta toda la pintura del mundo, lo importante es que sea buena. No importa el estilo. Hemos llegado en el mundo actual a hacer una cosa múltiple. Ya nadie se acuerda de los ismos. No importa que sea surrealista, abstracta, concreta o voluminosa. Lo que de verdad sirve es que su idioma sea interesante, que tenga ideas para expresarlo”.

Al pedírsele a Rayo que defina su trabajo teórico se pone un poco nervioso y obviamente sin pensar responde que no es tan importante, que parte de una idea, pero que en el camino se va transformando. Lo verdaderamente importante para él es la pasión y el afecto con que se realice una obra y no creer en el dinero que se va a obtener con la elaboración de un cuadro, sino sencillamente ser feliz haciéndolo. Lo mismo manifestó cuando recibió en su país natal la Cruz de Guayacá, la mayor condecoración que entrega el gobierno colombiano a quienes se han destacado en el mundo cultural. “El placer no está en recibir los premios, sino en ejecutar la obra con amor. Ver al espectador mirarlas es un gran placer, pero eso no se hace para recibir premios, ni tampoco para llenarse de dinero”. Estamos seguros que la obra de Rayo continuará creando mundos sugestivos a todo aquel que tenga el placer de observarla.

“Todo mi mundo es blanco y negro, pero detrás de esa geometría de extremos, dentro de ella y medio escondida por ella existe otra realidad y otro nivel sensual”. O.Rayo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

MI opinión es que el pintor colombiano Omar Rayo es un artista interesante, ya que las obras realizadas por él son innatas y muy atractivas para cualquier observador y en especial para los amantes del arte (críticos especializados)debido a que a través de ellas se obtiene una impresión tridimensional,aunque en sus pinturas a diferencia de sus grabados esa impresión sea sólo una ilusión óptica.
Además se puede decir que Rayo es un artista original porque a pesar de insertar el elemento geométrico da libertad y soltura en el movimiento de sus obras, captando el interés de los observadores y haciéndose merecedor a grandes reconocimientos.

Ma. Fernanda Garcés. 6to "T"

Anónimo dijo...

El reportaje me pareció muy interesante, ya que además de ser un gran pintor que ha representado muy bien a latinoamérica en El museo de Arte de Nueva York y en Japón, considero que es un verdadero pintor, ya que el trabajo y las pinturas que hace, no sólo lo hace por ser famoso o ganar dinero, sino que lo hace porque ésa es su pasión, y se complace en que las personas miran sus pinturas; también me sorprendió que sea un hombre que no se encapsula en su propia forma y estilo de trabjar, sino que es capaz de admirar y admitir que otros trabajos pintóricos también pueden ser una bella obra de arte si ésta es lo que ésta pintura sea capaz de transmitir y expresar, ya que la pintura es un idioma, que da un mensaje a sus expectadores.


Marian Cabrera 6to "T"

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Me interesan mucho los reportajes, especialmente porque son hechos a artistas latinoamericanos, que trabajan por la cultura. Es importante destacarlos porque son valores de nuestra sociedad.